ConchudaS Vol.4
Prólogo
Estimado lector: Estimado por que si de alguna manera comenzamos esta especie de conversación, es, (me imagino) porque tiene ganas de leer. Y si tiene ganas de leer los escritores y editores estamos agradecidos de que la misión que nos toco en esta vida, sirve de provecho, aunque no sea más, que para incentivar a la lectura. Tan simple y trascendente como acercar literatura en estos tiempos vertiginosos, que ahora lo encuentra usted sentado en este tren, subte, colectivo, playa, plaza o feria tenga la oportunidad con este montón de letras que forman palabras para que se encuentren en alguna de sus historias o poemas y otros queden encantados empapados de preguntas como por un canto de Sirenas.
Después de haberse inmolado más de 50.000 ejemplares de los primeros 3 volúmenes de esta antología, podemos festejar que las "ConchudaS" ya son un movimiento, un grito de libertad, un canto a las diversidades de géneros, colores, olores, lugares, humanos y animales que tuvieron, tienen y tendrán en sus manos, en sus garras, en sus regazos un manojo de conchudas impreso, para disfrutar, enajenarse, enternecerse, cagarse de risa, fruncir el seño en estado de picardía, ofenderse o conmoverse, mientras lean a estas maravillosas malditas inocentes escritoras kamikazes independientes con vida.
En este caso quiero presentarles a: Ana García Orsi - Florencia De Juan - Paula Naanim Telis - Verónica Palkowski - Marcela Saldaño - Olga Disima de Loyo.
Gaston Hache Almada
Ana García Orsi
Última voluntad
Visto y considerando que nadie me quiere, procedo a morirme.
Pero eso sí: quiero mirar. Quiero ver mi funeral. Quiero chequear la satisfacción del lector de obituarios que busca muertos jóvenes en la página de necrológicas, la mediré por la distancia entre su cara y el diario, cada vez más cerca de los ojos. Quiero ser espectadora del arrepentimiento de quienes, pudiendo saludarme el día anterior con un afectuoso abrazo, sólo me dijeron "chau" o "hasta mañana".
Y les advierto que en el velorio voy a estar espiando. Cajón abierto, que quede claro de antemano, no por nada voy al dermatólogo y me hago baños de crema en el pelo cada fin de semana. Dejen el cajón cerrado para los feos o para los desfigurados por un tren. Después de haber cultivado esta prolija apariencia me parece que yo merezco un cajón abierto. Ah, y si consiguen mortaja con escote voy a estar agradecida, ¿puede ser en bordeaux? o de última en azul francia. Y si sólo hay blancas les voy a pedir que lleven mi cadáver hasta un "Sol pleno" para que me rocíen con el spray ese que te tiñe la piel de color bronceado. Fíjense que quede parejo, please. Y que me acomoden la cabeza en el ataúd medio mirando hacia arriba, no quiero dar con papada.
Las raíces -si hace mucho no iba a la peluquería a teñirme el pelo- déjenlas, no hay drama; tampoco quiero llenarlos de obligaciones, la idea es que tengan un buen recuerdo de mí y lloren por mi temprana muerte.
Ya les dije que en el velorio voy a estar chusmeando todo, así que nada de tristeza sobreactuada. Al que cuente un chiste o se ponga a hablar de otra cosa, no sé, la facultad o el partido del domingo, me lo llevo conmigo a la ultratumba. Sépanlo, se tienen que dedicar exclusivamente a mí, es mi funeral, la puta madre, no sean insensibles, son un par de horas en las que tienen que hablar de lo prometedor de mi futuro y la macana de que me haya muerto tan joven.
Necesito el llanto o cualquier manifestación del dolor de mi ausencia. Sí, es nostalgia de la experiencia de la muerte, de la experiencia de mi muerte en los otros y, por qué no, también en mí.
Quiero verme muerta. Quiero ver a los gusanitos comerse mis muslos. Ay, los aductores que tanto me costó modelar en spinning: disfrútenlos, muchachos.
El tema es que no sé cómo los voy a ver, el interior de un ataúd no debe ser muy luminoso. Mejor inhúmenme como a Blancanives, en una caja de cristal, y después me meten en una de esas casitas para los muertos que tienen puerta y ventanas. No me jode que la bóveda no sea de mi familia; pónganse las pilas y zarpen un lugar, revoleen el cajón de un estanciero que murió hace mil años y no le importa a nadie y pongan mi ataúd de cristal ahí; no les cuesta nada, piensen que esa será mi última morada. Voy a necesitar luz para admirar la descomposición de mi cuerpo. Háganme el favor.
¿Es mucho pedir que aquel que siempre fue mi enemig@, el día de mi muerte, encargue una corona de flores con la leyenda "siempre te amé" y a continuación sus iniciales? Puede ser una interesante vuelta de tuerca, ¿no?
A los más cercanos les pido, por favor, que no tomen ningún calmante. Es imprescindible que manifiesten todo su sufrimiento plenamente. Desmayarse o entrar en convulsiones también sería un lindo detalle.
Tampoco me ofendo si quieren bautizar con mi nombre a uno de sus hijos.
En caso de que no consigan ataúd de cristal ni bóveda, les pido, si son tan amables, que se fijen bien cómo me van a sepultar. Sería un garrón si me entierran en una tumba imposible de abrir ya que en La Noche de los Muertos Vivos no voy a poder salir a comer cerebros como el resto de los zombis. Imagine: tenés toda la eternidad para estar muerto; una sola noche, que es TU noche, no la podés aprovechar y la pasás encerrado. Un bajón.*
En fin, les pido que sean dignos deudos y traten de seguir estas postreras instrucciones. Sólo quiero irme al más allá con algo de estilo. Que se imponga el gran acontecimiento de mi muerte. Es el sueño de mi vida.
Mi segunda palabra
Papá instaló su nuevo DVD
y rompió el Home Theatre
Papá cortó el pasto
y mutiló a la tortuga
(era un domingo)
Papá fue a tirar la basura
y se abrió la frente de un golpe contra la mesada
(recuerdo especialmente el tajo
con vaguedad la sangre
que seguro brotaba y brotaba)
Papá quiso cambiar el cuerito de la canilla
y rompió el caño que inundó la casa
(porque brota también el agua)
Papá dijo "No lleves nada"
y la maestra pensó que yo era idiota
(era el primer día de clases de primer grado
y al ver las mochilas llenas de otros niños lloraba)
Papá podó el rosal
y después se dio la antitetánica
(arañacitos en las manos y un enfermero estafador)
Papá le pidió al afilador que afilara dos cuchillos
y le cobró doscientos pesos
(ese señor
que pasaba con la armónica,
ahora ya no pasa)
Papá se ofreció a lavar los platos
y le puso aceite a la esponja
(trascendencia del alma que el detergente ignora)
Papá manejaba en la ruta
y atropelló a un venado
(aunque era un perro, yo recuerdo
la cornamenta contra el parabrisas).
Pero
cuando para comer hay salchichas
salchichas solas, salchichas sin nada
papá va hasta el kiosco
y me compra la mostaza.
Tesoros enterrados
Arrodilladas frente al placard que archiva los objetos heredados de los muertos de mi familia, mi madre me mira con cara de madre.
Con gesto de madre veo que extrae del placard una pieza de vajilla de porcelana, que ella llama "sopera". Tomándola con ambas manos desde los extremos, en simétrico ademán, la apoya sobre su regazo. La postura de los cuerpos, el silencio, las miradas, todo adelanta y define el rito.
-Hija, quiero que conserves esto. Es una sopera muy antigua.
-Dejá, me arreglo con los tuppers.
-No. Esta es una sopera fínisima. Mi abuela se la dio a mi madre, mi madre me la dio a mí y yo quiero que la tengas vos.
-Pero yo nunca tomo sopa, ma.
-No es solamente para sopa. Podés dejarla como adorno en una repisa o como centro de mesa, podés usarla para ponerle flores.
-También se puede usar para poner el feto ahí cuando abortaste. Y lo enterrás directamente en el jardín.
-Sí, también sirve para eso.
Florencia De Juan
SEXO
Vaginas acarameladas en la ola de la pastilla celeste. ¿Quien reclama por el
aumento al dolor? Yo reclamo por la mala conexión entre los paréntesis de mi
pasado y la alegría infundada del presente. Chorrea la baba del deseado me
excitan sus manos sus estrategias, que es lo que me ah hecho, inevitablemente
me gusta decir que si sonreír y decir gracias por esta receta prescripta de
placer, el sexo.
Me excitan sus manos si, sus manos y caligramas sus armas y sus ojos.
Frases reconocidas que recalcan la saboreada de limón sobre su pecho. Nunca
entenderé el patriotismo y el aprecio por lo nacional. Subí para ver si
encuentro esa silueta que se acaricia bajo el acolchado, dejo de robar por un
momento y es impermeable el resentimiento, cuando me fui entendí todo en un
abraso de indecisión.
Este imperio esta por destruirse a si mismo, estas drogas me están sacando todo
el jugo, este desagrado me pone cada lapso mas caliente, como podría evitarlo.
Nada como un senador lleno de dinero sobre la calesita la cual no esta
compuesta de animalitos inofensivos, esta vez es Satán en todas sus formas y
los gritos del senador son el recuerdo de mi niñez en el diván.
Ese pensamiento caníbal se esta apoderando de mi, quiero tanto eso y no puedo.Esta es la explicación, fidelidad o fideo, esa es la razón de mi obsesión por
la carne y el sexo que seriamos sin contacto del otro de su piel, su sudor, su
pelo, el universo y su forma total.
Quien la conoce tanto como nadie, nadie.
Esa atracción ese rigor esa fuerza esa
transformación en una sola persona, es trasgresión.
Esa expresión nunca pierde profundidad y una vez caída en la tentación me dejo
llevar.
Agresiva como las mejores, que dulzura este viaje
CAMINOS I
Gatos troquelados con aletas y una planta de peyotes para vos, oceánico permitido amalgamado y azucarado.
Oh dulce corazón esquelético, falta de fibra piernosa, no te la esta vendiendo te la regala.
Positivos divertidos no no pero lo mejor.
Roscas de arroz relucientes, noches fantasmagóricas y masturbadas, signo de la paz.
Piojos que aprietan el cuero cabelludo y no lo dejan tranquilo, exaltan al perteneciente. Iluminación y sonidos medidos en grados centígrados o algo así. Paseadores
de elefantes naranjas y peces bifaz, caracoles consentidos,
Otras cosas pero
igual queman.
Relojes con patas y parpados con confites que salen por la puerta la cual esta
lista para ser jinete nazi, quien dijo volar en mares ahora es cemento fresco.
Fundamental activación de llaves y balanzas fuera de hilos engañosos, una fregada
de hormonas la investigación de su cuerpo un buen día de detención de vidrios.
Mas cajas de madera alguien llame a un doctor, cirujanos escultores. Máximo
ciento diez, mínimo callejón de melones alterados químicamente por proxenetas.
La desesperación por llenar las bocas de los payasos y hombres discapacitados,
invidentes sin semáforos y con liserillos de colmillos afilados, jubilados
contando confusiones y la falta lo hace más excitante.
Grafitis, motos, homeless esperando la hora del te ingles.
Mirando la señal, como especular que ese pedazo de goma pudiera transformarse
en plastilina. Diarios y revistas, no bañarse por mas de tres semanas.
CAMINOS II
Apagar el incendio comunal.
Sudando saliva por los ojos rojos y por los codos maltrechos. El verdadero oro
se encuentra en algo que no es tu alma,
pasar todos los días por el mismo
triangulo.
Vacío en la vereda de la noche. Creo en mejorar el envase de leche de rata.
Teatro: Bocal movimiento administrativo, disposición de gente, todo eso mas eso
yo creo que ahí el sobrepié responde correctamente. Faltan dos, no me sirvas
mas al costado del transito.
Herencias tu padre ah muerto, su dosis alta y furiosa en honor a la verdadera
Generación Beat. Ensayas en la calle ir al funeral de la bajada de bandera de
las recuperaciones del Señor, santos.
Embrujados, caníbales, amargos y obstinados esos son los llamados Seres
Humanos.
Cuando menos duele no sale lo mejor de ese accidente.
Dicen que es prostituta desde hace años,
pero sus tetas siguen igual de frescas
y jugosas,
los hombres la piden en caja o a la encargada del burdel.
Fabricado enfocado, pornografía de intensidad y volumen, voluptuosa y regordeta.
Otra versión de los hechos no tan maduro como los motivos.
El amante perfecto
y el nido prefabricado a la vuelta del kiosco. Ya quisieras,
ya quisieras tu también el pasaje,
hombres con pelucas y mujeres calvas.
Paula Naanim Telis
Maquillaje berreta
Una marca más y van... Detienen el tiempo y se lo dejan incrustado en la capa más superficial y frágil de toda la materia que forma su cuerpo. No importa, ella se empecina en corregir cada una de sus marcas con una inspiradora dedicación diaria. Ella sí que desea deseos; revive en la escucha de melodías perdidas que enternecen y engañan, conmueven y desgarran. No importa si no llega a ese do sobreagudo, lo canta y te hace estremecer por el sonido de su voz verdadera. Y lo canta, lo canta hasta que un ataque de tos interrumpe aquél momento dichoso. El polvo le llega hasta la tráquea: Nada que no se pueda escupir. La cuestión es que esas melodías vuelven a perderse entre silencios que se perciben en la adiposidad de su piel: Nada que no se pueda cubrir.
Deposita la ilusión en los labios grises de tanto besar sombras y borra el rouge de otras mujeres que mordieron su pecho mientras se prometía a sí misma que eso no era amor. Pero así tampoco pudo reconciliarse con el abrazo incompleto en tu ausencia y esa distancia inalcanzable también la aleja de las sombras que no dejan de besarla y la empalagan. Después de tanto ensayo y error perdió el placer de degustar los sabores y hoy se retuerce pensándote cerca; dentro, muy dentro. Palabreríos y recuerdos. Más olvidos que recuerdos: ya olvidó su rostro, también olvidó el tuyo. Sólo percibe el fotoyop que se inventa todos los días y tu risa... ese sonido la despierta cada mañana. Aunque quien ría sea esa sombra que ella se fuma, dejándole paso libre para que la intoxique. Claro: Nada que no se pueda escupir.
La máscara de mousse que la recubre no la asfixia, porque ya se acostumbró a la mentira, que también asfixia. Ella está convencida de que su tono amarillento la vuelve menos frágil y que el matambre que la viste convierte su cuerpo en un protector de los verdaderos sentimientos; con bordes puntiagudos, resaltados con lápiz de carbón negro. La realidad es que esas marcas hablan en voz alta, conversan entre sí rompiendo el esquema de comunicación porque no hay decodificación interpersonal. Sólo hablan sin escucharse, como en una reunión de damas con ruleros andantes que se liberan de su parte doméstica y ponen play a un conocido cassette superficial. Aunque la cinta sea vieja y se trabe; aprietan play y vuelve a empezar.
Por eso ella propone buscar un refugio... ¿Quién pudiera aguantar la incomodidad de sentirse triste escuchando tanto palabrerío? Palabrerío y recuerdos. Más olvidos que recuerdos. Lo mejor es seguir su recomendación, sí. Ella siempre lo hace. Juega consigo mismo a la escondida: se esconde, se encuentra; se esconde, se encuentra. Ahí va... uno, dos, tres, veinte, cincuenta... ¡Basta para mí, basta para todos! Ah... ¡no! Ese era otro juego. Bueno, ¡no importa! Basta igual.
El maquillaje berreta vuelve a ensuciarle los poros, pero ella no se da cuenta porque está distraída bordeando sus labios a carcajadas. Así, manchándose los dientes entre risas, le grita al recuerdo de lo que cree recordar que ya no le importa si no está. Solo le agradece por haberse convertido en una siempre presente fuente de inspiración.
Y se va. Tiene un arcoiris de lamentos sobre los párpados y le pesan. Pero se va en busca de sombras que, por lo menos, la besan.
Paulie.
... De tanto besar sombras ...
Verónica Palkowski
A better version of me
Empiezo a tocarme, con tu mano a cuestas, entralazada a la mía, violentada por mi ansiedad. Te suelto y subo hasta meter mi mano mojada en tu boca: ésta soy yo. Y te abrazo irguiéndome con vos como eje de mí, ésta soy.
Bajo a estrellarme en el pubis más perfectamente delineado que jamás vi, nunca el cuerpo de alguien me había gustado tanto, mientras ahí me quedo camino con las manos, como pequeñas hormigas por toda tu zona sur, siento cada acidéz que de vos se desprende, la espesura de tu fluir dibujándome los labios, masticada por mis entrañas y mis convulsiones arrítmicas.
Había puesto con la delicadeza de quién pone un vinilo de cristal un cd original de Aerosmith, la pendeja precóz calenturienta no tarda en llegar cuando el semi blues ocupa la atmósfera. Hasta mis uñas negras y mis dedos largos trabajaban sobre la fotografía del lugar.
Me muero cinco veces, me desplomo y me conmuevo hasta el llanto que es una asfixia, un jugueteo consciente que busca la inconciencia, la música se detiene en seco y muta en un estertor binómico, respiro como dándole vida al sonar de un saxofón enorme que engorda el aire y bendice la transpiración, como una sola nota que escupe el alma en un solo borbotón; el olor más denso y saturado empapa mi superficie y la del lugar, en algún sentido tiene olor a café y a adultéz, o a vodka y arrepentimiento. Me levanto vestida de mí misma, desnuda hasta en los dientes, me levanto para derramarme por última vez encima de vos, te beso en ese valle entre los huesitos del pecho y por sobre un alarido esquizofrénico que osila entre desesperación y paz eterna, dispongo mi grito de grillo veraniego y descanso de una buena vez.
Peces de ciudad.
Se afila los pies y mientras achican la distancia se entrega a esa caricia de algodón que es una boca, en el momento preciso donde el olvido volvía a levantar sus muros. Dispuesta en el aire, trapecista torpe, sin mochila salta y cae sin llegar al suelo. Cae y se muere por batir sus alas que no están, se muere por salvarse pero salvarse no sabe.
Caída y con las estrellas clavadas en las rodillas, sangrando otra vez.
Disponer de los placebos en el pastillero, abastecer la heladera de los lácteos que nunca consumirá, planificar los días, plantificar los días con esa pesadumbre fácilmente atribuible a las estrellas que como diamantes incrustados en la piel, le sacan el aire. Y es que el aire podría comprarse en cualquier juguetería y la risa en cualquier circo, pero las alas.
Extremadamente discapacitada para sublimar todavía no comprende de qué se trata la solemnidad de verse ir; no puede encontrarle un lugar al alma dentro de su cuerpo, no puede volver a meterse el corazón que una vez salido de su boca se dio a la fuga, pero por sobre todas las cosas están esas estrellas triangulares que descansan detrás de sus rodillas como estacas, esas estrellas que le hablan del abrazo inverso, del estómago ya volcado y del desprendimiento de todo lo que cuelga.
Allá van tan lejos de mí, con la hipersensibilidad de la carne viva aún conciente de su indefectible muerte, a estrellarse en cualquier pecera, dueños de la inocencia de cualquier globo que por el aire viaje. Ladrones de excusas y perdones, eternos perdedores mal empadronados; confundidos lastimosos, querendones irremediables, hipocondríacos de nacimiento, malnacidos y de mala muerte.
Borrachos de olvido, hartos de masticar polvo, de ésta sí que no se salvan. Condenados desde el primer día a romperse el cráneo a cabezazos van hacia ningún lado, tal vez con menos motivos y menos porqués, en bicicleta o en colectivo de línea, saludando a los informes uniformados, rompiendo espejos y besos.
Marcela Saldano
Investigaciones determinadas por lo prohibido
Azul
Tu gran atributo
Fue llorar cuando te llamé del baño de la oficina
Sacar tu rosario y tragártelo
Luego toser las costras adheridas a sus bolitas
Cagarlo
Y prestárselo a tu hija para que rece con sus amigas
Pedírselo
Para asfixiar a tu novia y soltarla antes que muera
Pero eso lo haces en Chile
Lleno de oficinas y ejecutivos con urticaria
Lleno de poetas de mierda
Putas de mierda
Madres de mierda
Medios de mierda
Votos de mentira
Y hombres que son unos maricas
Un país tan largo y angosto como un gusano
Ese mismo gusano que puede ser un rosario
Comido
Cagado y
prestado
Ese mismo gusano que navega en el estómago
Cuando cometemos el crimen del amor
Ese mismo gusano que presiente la manzana
Ese mismo en el que yo pienso
Tú lo pones en tu muñeca y lo muestras
Te dejas la barba
Para que no se vea cuando sacas la lengua.
Colecciones feéricas
Ni lo bueno ni lo malo Ni la poca paciencia Ni los viajes ni las amistades ni lo que se fue ni lo que vuelve Tampoco los golpes las violaciones Ni la patria ni el padre ni la traición y los asesinatos del dinero Ni los pacos Tampoco los hospitales públicos y las postas Ni el libro y su amor artificioso Ni la mala o buena fortuna Las líneas de mi mano y las marcas que guardo epidermis Ni la adivinación Ni el sudor del presentimiento Ni mi mala o buena fama Ni los sonidos de ella en mi cabeza ni sus uñas ahora sus uñas ni esas ni las otras Ni el futuro ni el presente el ahora que ya es un oscuro pasaje de la imaginación Ni los premios que ahora detesto Ni la gran y poca monta ni los pliegues del silencio Ni las noches calientes en la bocas sin acuerdo Ni los bailes ni la ropa ni la sonrisa Menos la saliva ordeñada a los hombres Ni el pezón de la niñez ahora una perversión Ni las especias misterio en el sudor del cuerpo Ni lo blando ni lo duro Lo duro dentro de mi corazón inflamado y viral Ni eso algo que detenga mi lascivia por los cuchillos y las caras bellas que encierran algo de monstruoso Ni mi deseo por las cosas fuera de su sitio Ni las pequeñas obsesiones del mundo que adoro Ni el olor de ciertos órganos algo que me impida querer algo más Eso es el misterio.
Quiero algún tipo de pertenencia
I- la generación de hojas muertas es un callejón sin salida como único acceso a
la ciudad. entro convertida en olfato.
todo es tan brillante, todo atrae, derrama, completa la perfecta secuencia que forma un color. las viejas esculturas, las sobras y el miedo son todo y nada, opuesto al crimen, la corrupción de los templos y ese gusto por los pequeños gatos, la visión hipócrita cuando lo verdadero se reserva en habitaciones, cuando el tamaño se convierte en la totalidad de los espéculos como pequeñas bestias.
II- aprecié la raza cósmica sentada en un pequeño lugar que no les pertenece y fijé la belleza, otra vez, en la mujer incásica sentada en el primer lugar de un autobús.
quiero nombrar a la noche sin distinción. soy hija de la conciencia. mi racionalidad está determinada a los asuntos fuera del cutis. menciono en silencio la carne de la totalidad.
hoy es el único deber que me conceden los paseos nocturnos, la inocencia de la risa, la imaginación, mi inocencia vestida de loba.
III- el exceso es la consumación de los hechos mientras la historia en medio de los vidrios rotos se aproxima a los perseguidos que cerraron la fábula, como quien tapa un agujero a su antojo.
se acerca lo divino, el juego de los niños muertos. experimentos corriendo detrás de pan tragándose su pirámide.
que puede ser un pueblo sin nombre o este proceso de extranjería que cede sin residencia. encontrar la sustancia es la promesa. encontraré algo que pueda pertenecerme, un campo de leche, un labio desbordado de ira.
IV- el asesino es la tragedia de los objetos ciertos, desde el fondo confieso argumentos intrascendentes. hablo de procedencias. siento asco de las teorías llevadas al pie de la letra. el asesino a ciertas horas, alberga llamadas que no siempre tienen que ver con las visiones históricas de la locura y siente que dice nada, siente que la nada se cae de la boca. desea expulsarla y contenerla al mismo tiempo, nada más, buscar el antifaz y beber de distintas construcciones para obtener ciclos sin proporción ni materia donde no existe lucidez. existe los bellos campos del resentimiento y la terapia del consumo.
V- Tengo un rostro de muchas habitaciones
al mezclar todo dentro de una nube, llegamos a lo contrario de la fábula y al presentir pisamos cadáveres convertidos en la ceguera del vulgo porque el metabolismo de la imaginación es una marca presente en la nada. pregunto y nada
hay un soplo dentro de la carne y no creo en la evolución podemos solo ser arcilla animada que se mezcla de vez en cuando y forma un mundo aparte. mi permanencia está determinada en el iris que se refleja en el piso mojado.
ofrezco pequeñas pieles al abismo y la imaginación no me sirve para nada. hay un soplo dentro de otros asuntos, soy una animación en la parte cualquiera que es ninguna.
los sueños son algo demasiado azul para seguir navegando. a veces me siento tan azul como todo puede serlo a las cuatro de la madrugada y se deja la vida en los bolsillos para observar lo triste de todas las habitaciones.
mi consistencia reside en mirar un acuario hasta cortar el brazo con el que se escribe y besar el traje de la bestia convertido en la humanidad desnuda subordinada a lo claroscuro de ciertos objetos.
VI- podría correr cortarme el cabello o cambiarlo por serpientes, sentirlo caer en el agua y beberme
sé que el tiempo me abrirá su puerta y no entraré porque el cabello crece y no necesito de la temprana danza de los duendes, eso no me importa.
salto al otro lado de la habitación donde todo cambia de esqueleto. vigilo el espacio entre semilla y tierra. me suavizo dentro de túneles rojos y espero la visita de extraños que me reciben con llanto, mientras otros duermen o nadan.
hay un reconocimiento parecido a una infección que se prolonga más allá de la muerte, podría correr, cortarme el cabello y cambiarlo, beberme. sonreír en mi costado, encerrarme en los huesos que no son mi pertenencia.
Olga Disima De Loyo
En el cajón de la mesita de luz...
Detrás de su oscuro vestido,
desnuda está la noche.
Y las sábanas mutan, en una gran serpiente blanca
que enrosca y oprime nuestros cuerpos
donde nuestros celos se frotan,
donde nuestros sexos palpitan,
arden, explotan...
Y a la luz de la luna,
nuestras sombras se fusionan estampadas en la pared.
Y tu espalda es un paisaje sin distancias,
donde una estampida de cristalinas gotas
corren hasta ser absorbidas por mi piel.
Y nuestros gemidos se bañan
con el sudor de nuestros cuerpos,
mientras tus manos
desgarran las sábanas, que son fuego,
fuego que no quema, pero arrebata
y a la vez enciende
la pasión de la carne
que se encontraba muerta.
Y la fantasía engendra,
la locura perfecta,
consintiendo los caprichosos deseos del placer.
Y la lujuria es la sierva del tiempo que estamos juntos,
porque lo nuestro es el momento,
ese instante en el que estamos desnudos,
es el sueño de un gemido,
es la magia y la mística de nuestros cuerpos
que no les importa
que la realidad sea la dueña
de este momento en que termina el juego,
cuando me dejas tu última caricia
en el cajón de la mesita de luz,
cuando el reloj marque las 9,
la hora del ultimo beso...
Ya llega mi marido
y tú,
Tú desapareces.
Adaptación del primer poema del libro Cuando cae la noche... De: Gaston Hache Almada
"Balada para la vecina del PB 14"
Tirada en la noche está,
arma y rompe su cabeza,
velando sueños rotos...
Lágrimas negras
surcan las grietas de su cutis
húmedo y desvaído...
Desnuda,
diáfana a la luz de otra madrugada
da vueltas y más vueltas,
en nubes de pastillas,
trastabillando en gritos,
los más sangrientos gritos.
Ojos color de arena,
Ojos llanto de sal,
Déjate llevar...
Tropieza y se desmaya
Y su cuerpo que lentamente... Se apaga.
El alba, mirándola con lástima
acaricia su espalda,
y un ángel se hace polvo y le ensucia la cara,
pero no logra levantarla,
solo enciende sus ojos... Perdidos en la nada.
Ojos color de arena,
Ojos llanto de sal,
Cuanto más aguantarás...
Un jadeo incesante
premedita otro ataque de locura,
afila la rabia sus uñas traicioneras,
escarbando la piel,
arrancando viejas caricias,
que han quedado en su piel tatuadas...
Ojos color de arena,
Ojos llantos de sal,
Ya no sufrirás...
Ahora su mirada yace mansa
en los pobres vestigios
de su tenue y confinada respiración.
Con los labios resecos, busca lamer sus uñas,
como un gato agonizando sus heridas...
Sus pupilas son el centro
De un universo nefasto...
Donde el alma se retuerce
por última vez...
Los aromas de la tristeza delataron el cadáver en ruinas y carcomido, fue una muerte extraña, se rumorea que unos días después que Don Ramón la abandonara. Algunos dicen que murió de amor y que su vecina del "71" le escribió esta canción.
Poema del libro Rarezas y una de las cartas presentadas en el libro ¿Quién mató a Doña Florinda? De: Gaston Hache Almada
Datos de las Autoras
Ana García Orsi
Mail: anagarciaorsi@hotmail.com
Blog: http://nonatadechernobyl.blogspot.com/
Florencia De Juan
Mail: florenciadejuan@gmail.com
Blog: http://www.florenciadejuan.blogspot.com/
Paula Naanim Telis
Mail: paula_telis@yahoo.com.ar
Blog: www.poetadelasfalto.blogspot.com
Myspace: www.myspace.com/paulatelis
Verónica Palkowski
Mail: Vero_palko@hotmail.com
Blog: http://criedforno-one.blogspot.com/.
Marcela Saldaño
- Chile
Mail: Solmarciego@hotmail.com
Blog: http://www.marserpiente.blogspot.com/
Olga Disima de Loyo
Mail: gastonhalmada@hotmail.com
Blog: Http://gastonhalmada.blogspot.com
Agradecimientos:
A todos los que les rompo las pelotas y ovariotas cada vez que tengo que preparar alguno de estos libros.
A mis hermanos, Paco, Pato, Dafne, Flor, Tachy, Matias, Hernan, Sheriff y a todas las intrépidas CondudaS que son parte de este proyecto kamikaze surrealista montado en este BurdelAtómicoAmbulante con la misión existencial de incentivar la lectura.
Obras publicadas y a publicar
Gaston Hache Almada
I- ANGELES Y FANTASMAS
Poesía
II- ENTRE SABANAS
Poesía y cuentos
III- CUANDO CAE LA NOCHE
Poesía y cuentos
IV- LOS PECADOS DEL ÁNGEL
Poesía
V- RAREZAS
Cuentos
VI- ROUGE
Literatura Femenina
VII- JUGUETES
Vol.1- El libro del Cuco
Vol.2- Jarri Pocker y la Piedra de Pasta Base
Literatura Fantástica
VIII- EUTANASIA
Suicidio literario
IX- PENE -XXL-
Vol.1- Mujer sin espinas-Secuencia
Vol.2- Sirenoman
Vol.3- ¿Quien mato a doña Florinda?
Literatura Masculina
X- NO QUIERO MATARTE...PERO SI ME OBLIGAS...
Nouvelle
XI- CAVILACIONES
Ensayos de filosofía, política, religión e inventos
XII- OBSEN Y DADES
Degeneraciones literarias
XIII- AUTOPSIA
Cadáver escrito
MIS LOLITAS
Novela
LAS DESQUICIADAS AVENTURAS DE MALICIA
Novela
Ediciones Alterarte-S-tudios
I- ANECDOTARIO DE SERES DESMONTABLES
II-MI PRIMER DELITO
III- CONCHUDAS
Vol.1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
IV- LA BOMBACHA APRETABA SUS TESTÍCULOS
V- TORTAS... Recetas con Amor.
VI- JUEGO DE MACHOS... Rompedero de culo.
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